El tiempo pasa volando… Parece que fue ayer cuando dábamos comienzo a la vendimia de este 2020 tan particular y ya tenemos que decirle adiós. Aunque septiembre es considerado el mes del vino, dadas las altas temperaturas y la pronta maduración de nuestra uva, la vendimia se ha adelantado unas pocas semanas.
Ha llegado el momento de ponernos manos a la obra y recoger el fruto de todo un año de trabajo. Durante doce meses cuidamos de nuestros viñedos para que en el momento de la cosecha, podamos recoger frutos sanos y de gran calidad.
Durante este periodo nuestros socios y trabajadores se afanan en recoger la uva, materia prima de los caldos venideros. La maduración del fruto varía en función de su variedad.
Normalmente, las variedades blancas alcanzan su punto óptimo en primer lugar, siendo las uvas tintas las siguientes en ser recolectadas.
No obstante, en la Baronía cultivamos gran cantidad de uva moscatel, una variedad blanca típica del Mediterráneo caracterizada por su gran poder aromático y alto contenido en azúcar. Esta variedad tiene la peculiaridad de tener una pausada maduración por lo que siempre cerramos la temporada con ella.
Algo que no siempre ocurre, pero se puede dar, es la aparición de nuevos brotes tras la vendimia. A este hecho lo llamamos brotes de segunda floración. Estos racimos tienen un tamaño muy inferior a su predecesor y pueden ser vendimiados si se consigue una cantidad considerable.
Por lo general suelen ser descartados, ya que en el campo, tras la vendimia, se inician los periodos de recolección de otros árboles frutales.
En los próximos meses, observaremos cambios en la planta, tales como el cambio de color de la hoja y su posterior caída, dejando al descubierto las ramas o sarmientos.
Durante el desarrollo de la campaña, hemos disfrutado de agotadoras jornadas de trabajo y grandes momentos compartidos.
Las variedades de la Baronía
Para una mejor organización, dividimos la vendimia en cuatro grupos de uva que llamamos:
Blancas: donde recogemos las variedades de Malvasía, siendo esta la más cultivada del grupo, seguida por Merseguera, Plana Angort, Subirá y Sémillon Blanc.
Moscatel de Alejandría, blanca también, pero es una variedad que, como hemos aclarado anteriormente, por sus peculiaridades constituye ella sola una categoría.
Tintas: donde encontramos Tempranillo (siendo ésta mayoritaria), Tintorera y Garnacha Negra.
Y finalmente encontramos las Francesas, tintas también. Este grupo se compone mayoritariamente de Merlot, seguida de Syrah.
En términos generales, la Baronía concluye con cifras similares a las del año pasado y con muchas ganas de seguir cultivando la calidad y personalidad de nuestras tierras y gente. Si hacemos un retrato más detallado, en lo referente a nuestra joya de la corona, la uva Moscatel, cerramos el año con una uva muy sana y de buena maduración, habiendo recogido más kilos que el año anterior.
Ana Calvet, nuestra directora, nos comunica que en el grupo de blancas y tintas, las cantidades son algo menores, pero de excelente calidad; mientras que en francesas, hemos aumentado la recolección.