Un vermut se suele tomar de la siguiente manera, en un vaso grande y preferiblemente ancho, se ponen 2 ó 3 cubitos de hielo. Le ponemos una rodaja de limón y añadimos un peque chorrito de limón exprimido (no mucho, sólo poco) para añadirle la acidez del limón que nos aportará frescura.

Y un palillo con un par de aceitunas sin hueso, y ya está listo para servir.

Otra variante es, en vez del limón, poner una rodaja de naranja generosa. En vez de acidez, le aporta un toque dulce diferente.

Tenemos otra manera de servirlo rebajándole algo la graduación al vermut tradicional, sería añadirle sifón. Sigues los mismos pasos que antes para elaborar tu vermut, pero sólo pones un tercio de vermut en el vaso, los hielos, el limón o naranja y le añades sifón hasta el borde del vaso.

De esta manera, consigues rebajar el alcohol y su resultado es una bebida menos fuerte.

El momento mejor indicado para tomar el vermut es antes de comer, antiguamente la gente salía de casa los fines de semana sobre las 13.00 h a “tomar el vermut” o un “aperitivo”, eso era sinónimo de tomarse un vermut. O cuando finalizaba la misa de las 12.00, se iba al bar a tomar el vermut. Pero ello, las 13.30 es La Hora del Vermut de Baronía de Turís.

Nuestro vermut 13.30 La hora del vermut es un homenaje a nuestras tradiciones, a nuestros abuelos.