Buena parte del vino empleado en la celebración de la Eucaristía es elaborado en La Baronía de Turís.
Este vino ha de ser natural y puro, sin ser mezclado con otras sustancias. La consagración del pan y del vino se realiza por el sacerdote cuando celebra el Santo sacrificio de la misa y convierte las especies del pan y el vino en el Cuerpo y Sangre literales de Jesucristo mediante el milagro de la Transustanciación. Para distinguirlo de otros caldos, en la etiqueta del embotellado aparece ‘Apto para la Santa Misa’.
Cada año lanzamos al mercado unas 60.000 botellas de Sant Leandro, dirigidos a conventos, tiendas de artículos religiosos, iglesias… la mayoría de ellas en nuestro territorio, aunque también se exportan a países como Cuba, Colombia, Alemania o Japón. Es decir, todos los continentes cuentan con la representación de nuestra marca de vino de celebrar.
‘La Baronía de Turís’ es una de las pocas bodegas que elaboran este tipo de caldos con “la autorización del Arzobispado”. A la hora de su elaboración, la uva se vendimia ya muy madura para que de esta forma quede un producto dulce. Solo se pueden emplear ingredientes naturales, al igual que los vinos ecológicos. Muchos de los templos de nuestro país emplean este vino natural durante la Eucaristía. A lo largo de los años ha ido adquiriendo un gran prestigio. Tanto es así que incluso algunos Papas han consagrado con nuestro Sant Leandro.
Fue el caso de Benedicto XVI en su visita a Valencia en el año 2006 y en Santiago de Compostela en 2010. También hizo lo propio San Juan Pablo II, pero en este caso en la ciudad de Roma en marzo de 2001. Más recientemente, en 2017 el vino Sant Leandro fue utilizado en la misa multitudinaria que ofició el Papa Francisco en Bogotá ante unos 600.000 fieles y en la que participaron 2.500 sacerdotes procedentes de toda Colombia, así como de Chile, Perú, Ecuador y México.